martes, 14 de junio de 2016

CARPE DIEM


CARPE DIEM

Decidido a estirar lo más posible aquella jornada, saltó de la cama para acudir a la cita con su amigo al que invitaría a desayunar en el Hotel Palace.
Tras el lujoso desayuno y despedida efusiva, entró en unos grandes almacenes para cambiar de look. Ya en la calle, se sintió como un perfecto gilipollas. Para calmar las voces de su conciencia, entregó a un indigente la ropa y zapatos con la que había salido de casa.
Tenía concertada cita en la más famosa marisquería, con su gran amiga, de la que una vez más se despidió, a su pesar, con beso en la mejilla.
Después, le esperaba el chófer de una  limusina blanca, que le conduciría a la cita con su antiguo compañero de trabajo, al que invitaría a comer en el Hotel Ritz.
Luego, amigo, chófer, limusina y él, antes de la función de teatro, decidieron ir de putas.
Tras el desayuno del Palace, las compras en El Corte Inglés, su imagen de gilipollas, la mariscada con su amor imposible, la comida del Ritz, la bacanal con las putas, el baile borracho en el palco del musical, los besos de despedida de su amigo…  ¡Ya estaba solo! y nuevamente empezaba a sufrir el pertinaz dolor interno.
Decidió “tomar la última copa”. Quiso bailar con el camarero, pero acabó bailando con una señora  y entonando a coro con Mr. Sinatra, un melancólico My Way… “El fin muy cerca está…”  y con fuerza en el apoteósico final… “a mi maneeeera”  que a ambos  les hacía saltar las lágrimas.
A la mañana siguiente, según lo previsto,  Ladislao, con su agudo dolor interno y una inusual resaca, tomaba un taxi sin vuelta con dirección a la unidad de oncología del Hospital  La Paz, donde le suministrarían tratamiento paliativo para su cáncer terminal.

IsidroMoreno

(Texto de 300 palabras. Relato seleccionado y publicado en antología "I Concurso Internacional de Micro/Cuentos -España- Temática: El Cáncer)