«Mi propia barca construiré» decía una vieja canción
en la radio. En la homilía de la misa del domingo, el cura hablaba de la barca
de Pedro, el pescador de hombres y padre de la Iglesia. Las noticias hablaban
de barcazas cargadas de esperanzas y muchos emigrantes hacia un nuevo mundo.
Ante tantas expectativas y aura mágica que parecía
desprender aquel objeto, construyó su propia barca y sintiéndose orgulloso de
su obra, la ancló a la verja de su ventana, dejando estupefactos tanto a
vecinos como a los pocos turistas que arribaban a aquella humilde villa de la
meseta manchega.
IsidroMoreno
(Obra finalista semanal de concurso Wonderland RNE 4. -Abril-2017-)