Arrebató el balón a un adversario
e inició una larga carrera ante el estupor de todos. Corría con rabia. Ya estaba harto de
ser el culpable de los goles encajados y no haber
marcado tanto alguno.
Bajo la sorpresa y fuerte griterío en las
gradas, llegó hasta la meta contraria y marcó gol.
Ahora se sentía un portero feliz.
IsidroMoreno
(Obra seleccionada
y publicada en antología “I Concurso de microrrelatos futbolísticos” Editado
por Diversidad Literaria. Diciembre-2016)
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