Todo el barrio parecía haber
sufrido un extraño virus. Muchos números de portales, locales e incluso señales
circulatorias y otros anuncios, se veían arrancados y robados, sin embargo, solamente
era robado el número cuatro,
importando poco si éste ocupaba el lugar de las unidades, decenas o centenas.
Fruto de las denuncias de vecinos, se mantenía al principal sospechoso en los calabozos de la policía, pues tras un registro en su vivienda, se encontraron miles de «cuatros». La policía lo diagnosticó como Síndrome de Diógenes selectivo, pues los únicos enseres inútiles que acumulaba eran números «4». En el cuatro de baño, cuatro de estar y el cuatro de contadores, había cuatros de latón, cuatros de plástico, de hierro o de forja, cuatros de cerámica y de madera, todas las sillas sin patas traseras, o sea, formando un cuatro, cuatros preciosos, cuatros horribles, manivelas con forma de cuatro, figuras humanas sentadas en el aire, perfiles de escalera formando cuatros, manos dibujadas sin el pulgar… los cuatro policías que hicieron el registro, salieron con los ¡ojos a cuatros!
Tras cuatro horas de
interrogatorio, el comisario dedujo que se trataba de un individuo con
trastorno de personalidad, fanático del Cine
del Oeste, que una vez consiguió trabajar en el rodaje de una película de Spaghetti Western en Almería y que,
desde entonces y a diario, narraba orgullosamente a todo el que se dejaba, su
inolvidable interpretación de perverso
cuatrero.
IsidroMoreno
(Obra seleccionada y publicada en antología del "IV Certamen. Palabras en Flor" Enero-2017)
IsidroMoreno
(Obra seleccionada y publicada en antología del "IV Certamen. Palabras en Flor" Enero-2017)
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