Empiezo a desesperarme entre tanta gente que hablan a mi alrededor; beben y ríen entre ellos, pero a mí ni me miran y se supone que han venido a mi casa, a verme.
¡Qué falta de respeto! Necesito llamar su atención y parece que no existo.
El tiempo pasa. Además del frío progresivo, no puedo hablar, parece que tengo los labios pegados y tampoco me responden mis músculos. Tan sólo soy capaz de abrir y cerrar uno de mis párpados, pero nadie me ve; aún estoy vivo y dentro de unos minutos taparán este maldito ataúd. Para siempre.
IsidroMoreno
(Relato seleccionado y publicado en antología «Así te lo Cuento» en su "IV Concurso de Micronarrativa", Enero 2020)
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