El niño seguía sin comprender que, cada año, se maltratara y crucificara a ese hombre ante la pasividad de la gente.
Cuando ante el muchacho desfilaba
la “Oración en el huerto”, bajo un olor a incienso y en el mutismo procesional,
gritó:
—¡Escápate, Jesús! ¡Por favor, no
te dejes apresar!
IsidroMoreno
(Relato seleccionado en III Concurso Literario "Letras y más letras" (Mundo del Escritor). Publicado en antología: "Cascada de Letras" Mayo-2018)
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