sábado, 15 de diciembre de 2018

EL ALFILER COMÚN


 EL ALFILER COMÚN

PRÓLOGO
«INTRODUCCIÓN a:
LA PUNTA DEL ALFILER»
—Capítulo I—
Primera parte

Sutil, pero perceptible. Es minúscula y es el fin, aunque también puede ser el principio,   según cómo y por dónde se mire. Y siempre opuesta a su cabeza.  Es como “casi nada”  o así lo imaginaba y semejaba metafóricamente mi abuela Dorotea cuando extrapolaba hacia lo mínimo, tanto para tamaño como para cantidad, como si de la unidad base de un sistema métrico se tratara.
Por su tamaño y a pesar de su tamaño, quizás resulta hostil, inquietante, amenazador, pues provocarme la sangre puede y quitarme la espina… también puede.
No proviene de aristas, sino de cilíndrico cuerpo escuálido de frío acero, pero que con tan diminuto e insignificante cuerpo, el alfiler rápidamente se mimetiza con la hermosura y cuando cae al suelo, rápidamente se mimetiza con la basura.
Sin pretender menospreciarlo, es hermano de la famosa aguja común que, como Polifemo, goza de un único ojo y que cuenta con casquivana fama por sus devaneos entre telas y pajares, pero de esta, así como de su primo hermano el arrogante y con desacertado nombre imperdible, se tratará en siguientes capítulos de este prólogo a la introducción del alfiler común que pretende homenajear a ¡la gran pequeña punta del alfiler!


IsidroMoreno

* Publicado en antología: «Un tiempo breve» "Edición colectiva 133 autores" 2012 - 2016 de ENTC (Esta Noche Te Cuento). Diciembre-2016
*Publicado en mi libro: «Relatos para ratos" de Isidro Moreno Carrascosa, Editorial Letrame, agosto 2017.





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