EL ALFILER COMÚN
PRÓLOGO
«INTRODUCCIÓN a:
LA PUNTA DEL ALFILER»
—Capítulo I—
Primera parte
Sutil, pero perceptible. Es minúscula
y es el fin, aunque también puede ser el principio, según cómo y por dónde se mire. Y siempre
opuesta a su cabeza. Es como “casi nada”
o así lo imaginaba y semejaba metafóricamente
mi abuela Dorotea cuando extrapolaba hacia lo mínimo, tanto para tamaño como
para cantidad, como si de la unidad base de un sistema métrico se tratara.
Por su tamaño y a pesar de su tamaño, quizás
resulta hostil, inquietante, amenazador, pues provocarme la sangre puede y
quitarme la espina… también puede.
No proviene de aristas, sino de
cilíndrico cuerpo escuálido de frío acero, pero que con tan diminuto e
insignificante cuerpo, el alfiler rápidamente se mimetiza con la hermosura y
cuando cae al suelo, rápidamente se mimetiza con la basura.
Sin pretender menospreciarlo, es
hermano de la famosa aguja común que,
como Polifemo, goza de un único ojo y que cuenta con casquivana fama por sus
devaneos entre telas y pajares, pero de esta, así como de su primo hermano el
arrogante y con desacertado nombre imperdible,
se tratará en siguientes capítulos de este prólogo a la introducción del
alfiler común que pretende homenajear a ¡la gran pequeña punta del alfiler!
IsidroMoreno
* Publicado en antología: «Un tiempo breve» "Edición colectiva 133 autores" 2012 - 2016 de ENTC (Esta Noche Te Cuento). Diciembre-2016
* Publicado en antología: «Un tiempo breve» "Edición colectiva 133 autores" 2012 - 2016 de ENTC (Esta Noche Te Cuento). Diciembre-2016
*Publicado en mi libro: «Relatos para ratos" de Isidro Moreno Carrascosa, Editorial Letrame, agosto 2017.
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